miércoles, 25 de abril de 2007

Una Nueva Esperanza

Siempre me ha interesado la astronomía. Considero que, al igual que todos deberían tener unos ciertos conocimientos de geografía, historia, o filosofía (aunque sólo sea por tener lo que se denomina una "base cultural"), también es importante superar las concepciones antropocentricas, geocentricas, y de cualquier otro tipo que impliquen entenderse a uno mismo como el ombligo del universo.

Por supuesto que sin un geocentrismo no existiría una inperecedera cultura del medioambiente, y sin un antropocentrismo no se hubieran superado las concepciones religiosas que dominaban el poder hasta el siglo XVI.

Pero si damos el paso hacia el cosmo-centrismo (¿?¿?) daremos un paso más (creo yo, humilde de mí) en la evolución humana: Entender que los hombres no sólo somos seres racionales, sino una criatura insignificante en la inmensidad del universo, ayudaría a empujar esta evolución en la dirección de la igualdad "justa": si no somos nada, si estamos acompañados de otras formas de vida inteligente (y por qué no fantasear: formas de vida racional), o simplemente si cabe esa posibilidad, entonces se diluye todo principio antropocentrista-liberal que justifique los brutales desequilibrios económicos de nuestro planeta, y las consiguientes brutales injusticias.

No es que el antropocentrismo en sí justifique modelos productivos injustos, pero siempre cabe esa posibilidad, como de hecho sucede: Si el hombre es el centro del pensamiento, es un ser superior a los demás (es racional), ha matado a Dios y es capaz de someter (casi)todo a su voluntad, entonces un sólo hombre puede someter a muchos otros, más débiles o menos desarrollados mentalmente (menos racionales), para enriquecerse o tener una vida más cómoda y placentera.

Pero si la función del ser humano (por cierto, hombre o mujer) en la vida es descubrir hasta dónde alcanza la existencia de la realidad misma, hasta dónde llega el úniverso, cuántas formas de vida existen, qué posibilidades tiene de establecer contactos enriquecedores más allá del Planeta Tierra, entonces se desvanece el antropocentrismo actual para dar paso a una "identidad colectiva humana"; se pierde el sentido del estado-nación y recobra significado la palabra Pueblo; se diluye la importancia del Imperio Económico para otorgar su puesto al Imperio Científico; se derrumba el proceso de globalización tal y como se entiende ahora; y, con suerte (o mejor, con esfuerzo), se supera el concepto de dominación para dar paso al concepto de integración.

Por eso, para mí el Sistama Solar tiene 11 planetas (por mucho que los 3 últimos, Plutón y otros dos descubiertos recientemente, sean sólo mini-planetas); por eso defiendo la importancia de investigar la Luna o Marte (siempre que no sea con fines comerciales); y por eso me alegro tanto del descubrimiento de un nuevo planeta, similar a la Pacha-Mama, donde, quién sabe, quizás haya vida.

La pregunta es ¿cabe la posibilidad de vida inteligente o semi-inteligente extraterrestre más allá de Hawkins, Einstein, Dalí o Díaz de Mera?

Me conformo con un planeta habitable donde nada ponga freno a ninguna utopía.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"Me conformo con un planeta habitable donde nada ponga freno a ninguna utopía"

Estupendo final. Ojalá ese planeta al que haces referencia se esté construyendo ya, aunque tal y como van las cosas... no soy muy optimista, la verdad

Salud!

psico.josemi dijo...

Uno de los pocos aspectos en que la izquierda se ha mostrado inferior a la derecha es el de la exploración del espacio.
En realidad la derecha lo que quería era tener entretenido al personal, que pensasen en la luna en lugar de en Vietnam, pongo por caso.
Lo normal si hablas de estos temas con un sindicalista es que le de más importancia a la negociación de un nuevo convenio que a descubrir un nuevo planeta.
¿Para qué vale descubrir un nuevo planeta? Pues hombre, para cortar mejor el chorizo, no...
Claro que tampoco sirven para cortar bien el chorizo la poesía, la música, el cine, la literatura,...
La derecha no tiene verdadero interés, más allá de la distracción de otros asuntos, en traspasar las últimas fonteras. Enormes, descomunales fronteras, por cierto.
Pero la izquierda a veces vive demasiado pegada al día a dia. Está bien preocuparse de quién va a ser el nuevo alcalde de tu aldea, claro que si, porque es importante.
Pero el ser humano tiene la absoluta obligación moral de mirar más allá.
Hay que ir a las estrellas y ello por muchas causas.
La primera es porque están ahí. Decía San Francisco que cuando una persona apunta con el dedo a la luna, el necio mira el dedo.
Para llevar la vida del cerdo (cerdo rico/cerdo pobre) no hace falta ir a las estrellas. Para ser persona si.
Bueno, no os preocupéis los que preferís discutir siempre sobre el precio del autobús: alguien se deberá quedar aquí.
Hay que ir a las estrellas porque ese el único futuro de la humanidad está allí. Cada vez más científicos lo piensan. Hawkins el último.
Descubrir, ir más allá, superarnos, es lo que no hace ser personas.
Es des-antropocentrar pero a la vez es atropocentrar porque ¿para están las estrellas si no es para que vayamos? Y si cuesta ir ¡tanto mejor! Nuestra insignificancia es nuestra fuerza. Como dice Antonio Gala, cuando un naufrago se ahoga en un mar gigantesco y enfurecido, el naufrago es superior al mar, porque él sabe que se ahoga y el mar es una cosa tonta que no sabe nada.
Hay gente, de pocas miras, que dice "pero si aún no conocemos bien nuestro planeta, por ejemplo el fondo del mar, ¿para que ir a otros planetas?".
Es verdad. Tengo un amigo que no quiere salir de España hasta que noconozca cada rincón de la misma. Y este argumento lleva al ridículo. Por ejemplo si el sur de Palencia no ha sido visitado por él, no le ve alieciente a ir a París, o a Londres, pongo por caso.
Pues es lo mismo.
La importancia del ser humano tiene que ver con nuestro papel en el universo. Somo importantísimos si tomamos conciencia de que somos una diminuta insignificancia y nos ponemos a trabajar. Todos juntos. Solo las estrellas nos pueden unir (y no es poesía es literal).
Pero bueno, no soy optimista.
La izquierda seguirá pensando que lo importante es el día a día y que se debe solucionar cualquier amenaza al Estado del Bienestar eliminando los gastos en exploración espacial.
Y la derecha solo se preocupará si puede esquilmar el espacio (u organizar viajes para ricos, que a ellos también les gusta ir).
Pero insisto la diferencia fundamental entre un geranio y una persona, es que al geranio le dan igual la trascedencia, la filosofía y el espacio. Y a algunos seres humanos no.

Iñaki Rodríguez dijo...

Bonito mensaje para un 1 de Mayo. Lo has explicado mejor que yo!!