Por supuesto que sin un geocentrismo no existiría una inperecedera cultura del medioambiente, y sin un antropocentrismo no se hubieran superado las concepciones religiosas que dominaban el poder hasta el siglo XVI.
Pero si damos el paso hacia el cosmo-centrismo (¿?¿?) daremos un paso más (creo yo, humilde de mí) en la evolución humana: Entender que los hombres no sólo somos seres racionales, sino una criatura insignificante en la inmensidad del universo, ayudaría a empujar esta evolución en la dirección de la igualdad "justa": si no somos nada, si estamos acompañados de otras formas de vida inteligente (y por qué no fantasear: formas de vida racional), o simplemente si cabe esa posibilidad, entonces se diluye todo principio antropocentrista-liberal que justifique los brutales desequilibrios económicos de nuestro planeta, y las consiguientes brutales injusticias.
No es que el antropocentrismo en sí justifique modelos productivos injustos, pero siempre cabe esa posibilidad, como de hecho sucede: Si el hombre es el centro del pensamiento, es un ser superior a los demás (es racional), ha matado a Dios y es capaz de someter (casi)todo a su voluntad, entonces un sólo hombre puede someter a muchos otros, más débiles o menos desarrollados mentalmente (menos racionales), para enriquecerse o tener una vida más cómoda y placentera.
Pero si la función del ser humano (por cierto, hombre o mujer) en la vida es descubrir hasta dónde alcanza la existencia de la realidad misma, hasta dónde llega el úniverso, cuántas formas de vida existen, qué posibilidades tiene de establecer contactos enriquecedores más allá del Planeta Tierra, entonces se desvanece el antropocentrismo actual para dar paso a una "identidad colectiva humana"; se pierde el sentido del estado-nación y recobra significado la palabra Pueblo; se diluye la importancia del Imperio Económico para otorgar su puesto al Imperio Científico; se derrumba el proceso de globalización tal y como se entiende ahora; y, con suerte (o mejor, con esfuerzo), se supera el concepto de dominación para dar paso al concepto de integración.
Por eso, para mí el Sistama Solar tiene 11 planetas (por mucho que los 3 últimos, Plutón y otros dos descubiertos recientemente, sean sólo mini-planetas); por eso defiendo la importancia de investigar la Luna o Marte (siempre que no sea con fines comerciales); y por eso me alegro tanto del descubrimiento de un nuevo planeta, similar a la Pacha-Mama, donde, quién sabe, quizás haya vida.
La pregunta es ¿cabe la posibilidad de vida inteligente o semi-inteligente extraterrestre más allá de Hawkins, Einstein, Dalí o Díaz de Mera?
Me conformo con un planeta habitable donde nada ponga freno a ninguna utopía.