Para Nicolas Sarkozy, igual que para la mayoría de los "liberales", ha llegado (llegó desde el principio) la Edad del Fin de Todas las Ideologías, o algo por el estilo. Ya no hay izquierda ni derecha. Ni siquiera Progresistas y Conservadores. Ya no existe el bien ni el mal (mientras se esté de su lado), y mucho menos una forma correcta de hacer política distinta de la suya.
Es por eso que a los derechistas les gusta tanto denominarse "de centro". En parte por vergüenza e impopularidad, en parte porque el liberalismo, hasta el más conservador (¿?), necesita crear un vacío ideológico, moral, económico (el mercado "vaciado"), y, en último término, político. Lo necesita porque si no no tiene sentido: el liberalismo parte de la base de la absoluta igualdad de todo (todo lo que merece tenerse en cuenta) sin distinciones de ningún tipo: sea usted el hombre más rico del mundo, o el esclavo más humillado de la historia, usted merece el mismo trato, las mismas oportunidades y tiene las mismas responsabilidades. Por lo tanto, debe pagar los mismos impuestos, recibir las mismas ayudas, y, si no es capaz de llegar a algún sitio, mala suerte. Si no puedes pagarte tu salud, te mueres. Si no puedes pagar tu educación, te quedas analfabeto. Es el darwinismo llevado al absurdo. Es justo lo opuesto a la izquierda, sea cual sea su color, pues ésta se basa en la superación de las desigualdades mediante la lucha: Dar más al que menos tiene. Discriminar en positivo para restituir los agravios.
Pero a TODOS los pensadores neoconservadores les encanta esta ideología aparentemente nihilista: Rajoy escribía, antes de ser un "pez gordo", articulos en los que defendía que las personas ricas lo son porque, de forma natural, y dada su calidad humana, han logrado ese status, y por tanto son seres humanos superiores a otros.
Sarkozy está de lleno en esta línea, pero la recorre de forma peligrosa: Es de centro, ha declarado el fin de "la izquierda y la derecha", con un socialista y un ecologista en su gobierno, y hasta...¡con una inmigrante! (como él) pero se niega a reconocer que Turquía es tan europea como Bulgaria, y plantea una "liberalización" de Francia y de Europa a lo bestia.
"¿Veis como soy moderado? hasta tengo una negrata en mi gobierno", es así como suena su manera de hacer política, la misma de Bush (con una afroamericana que puso mucho esfuerzo en que la comunidad negra no vote en los EUA), la misma que Franco, que utilizaba "moritos" para hacer su guerra.
Caundo todo da igual, cuando no importa nada, y todo es relativo y hueco, no hay ningún fin de las ideologías: es el auge del fascismo y otras SUPER-ideologías similares. El centro cada vez es más extremo, y los partidos de extremo-centro son mayoritarios. Su ideología, aunque cueste creerlo, es la favorita del pueblo occidental: Todo da igual, pasemos de votar, pasemos de esforzarnos intelectualmente, todos son iguales, sólo me importa lo mío.
"Tranquilo, no te pongas nervioso, tranquilo ¡Tranquilo, majete, en tu sillón!"
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1 comentario:
Y quien le da al que menos tiene?
La concentración de poder en funcionarios y la discrecion para disponer de los bienes del Estado solo lleva a la corrupción.
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