Si aún no he escrito nada sobre las elecciones es porque aún estoy "en ello". Pensándomelo, reflexionándo, tomando aire...
El resultado me dejó bastante frío: finalmente, sucedió lo que temíamos, el socio prioritario del gobierno va a ser la derecha democristiana catalanista. Mal empezamos.
Decía Escolar que ha vencido el ZP de izquierdas, ya que lo ha hecho a costa del voto de Izquierda Unida y otras organizaciónes "a la izquierda del PSOE". No puedo estar demasiado de acuerdo: flaco favor se le hace a esa izquierda (real, según se dice) si su voto se concentra en el centro-izquierda moderado. Que se lleve esos votos no significa que vaya a gobernar para ellos. Un partido gobierna según su programa, su ideario, su compromiso, sus promesas, y algunos otros factores, pero no necesariamente gobierna en función de las sospechas que tenga sobre si su electorado es más de izquierdas o más moderado.
No nos engañemos, vamos a tener que confiar en la capacidad de Zapatero de seguir llevando a cabo proyectos valientes y progresistas por sí solo, ya que ya no existen fuerzas que le presionen por su izquierda. En mi opinión, es un desastre; no puede dejarse el progresismo abandonado a su suerte, pendiente de que alguien tome o no la decisión correcta. Ahora, más que nunca, cobra sentido aquello de "Zapatero, no nos falles".
Por otra parte, la derecha no sale escarmentada ni lo más mínimo, ya que su derrota, además de esperada, ha sido parcial, y por lo tanto no supone una gran crisis. Veremos en los próximos días si la niña de Rajoy, aunque no se llame Victoria, se acaba llamando Esperanza. Ya he comentado que me gustaría bastante que así fuera. Exportar a Aguirre al resto del estado es lo mejor que le puede pasar a la izquierda.
En último lugar, opino que esa "izquierda real" debe tomar nota. Algo se ha hecho demasiado mal para que el voto útil triunfe de forma tan descarada. Personalmente, me gustó mucho la campaña de IU, me gusta mucho Llamazares y le tengo un gran respeto. Pero no sirve. Quizá, lo que mejor le viene a esa izquierda es volver al raca-raca de los tiempos de Anguita, a la doble pinza para el PSOE, a la crítica dura. Pero entonces suele llegar la derecha...
tenemos que cambiar algo
martes, 11 de marzo de 2008
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